Domingos Soleados

Domingo 11, con el estomago de cenicero y el alcohol corriendo aún por las venas no quisiera otra cosa más que estar lejos. Pero no estoy lejos, estoy justo aquí, demasiado cerca. Cinco cuadras, ¡quince minutos! me separan de mi entidad laboral, de mi "Segunda casa", de mi cárcel por elección obligada e infringida por las leyes "morales" o "leyes de la vida" en que las estructuras tienen como principios supremos, trabajar bajo una sutil explotación para cobrar un sueldo, para obtener ese dinero con el cual subsistir y poder abonar impuestos, comprar ropas para cubrirse y con suerte algun día tener una casa para habitar con una familia aliada y con el espiritú tan machacado y oprimido como uno mismo. Con el perro moviendo su cola, los niños haciendosé grandes, y uno y su mísera esposa envejeciendo hasta morir como perros. En algun lugar leí "Un optimista es un pesimista mal informado", pero un optimista es simplemente alguien que sabe vivir, asi como tambien en cierto punto alguien que se miente. Yo no se vivir si me encasillo en esta categoria, pero lo que si es seguro que no me puedo mentir. La gran fachada universal tomó vida hace mucho y se esta haciendo grande y poderosa, es cuestion de tiempo para que todo pierda sentido absoluto, no es pesimismo es realidad. Vivir, crecer, morir, cantar...Lo único que sirve es experimentar.