viernes, 2 de marzo de 2007

Lago Cuervo

Muchas millas a lago cuervo y tú aseguras que no lo conoces,
el forastero dice que existe,
"Son muchos los caminos" te dices
Y con las botas llenas de serpientes permaneces junto a la carretera,
pescando más que un resfriado, cuando observas la luna y todo es tan frío.
Todos los amigos con los que caminaste en la vida,
han muerto de aburrimiento y aún te fiabas...
ese perro viejo parecía que jamás moriria.
Los ángeles se han desparramado como el maiz,
y el ángel de labios rosados te seduce y te rompe el corazón.
A todos nosotros de las luces azules no nos toca;
hasta el final de la calle para conseguir una musa en quien poder aspirar inspiración.
Un arma, mi padre que sabio has sido al perderte,
todos terminamos de cualquier forma mezclados;
bajo la piel la carne sin identidad,
con un apretón de manos arreglamos algo que no perdurará.
En ese bar de mala muerte cambiamos,
con el sol por la ventana alrededor de añospermanecimos perdidos
y conocimos mucha gente que ahora son personas.
Nacemos sin nada y sin nada nos morimos
y aun aseguran que los recuerdos no son nada,
cuando los puñales y las sonrisas permanecen sobre la mesa.
Todo un demente en los ojos, rodeados de niños ancianos
que buscan más que una lata repleta de monedas,
mientras tu misma sangre cuenta sus metales sin dejarlos mirar.
Lo mejor es el resto,
lo que sobra siempre me sera suficiente, mientras no me mires mal.
He olvidado mis plegarias en tu mesita de luz y aún no las vez.
Con la sombra me arrastro por la pared y me filtro por la ventana,
para comprar amaneceres que tanto me hacen falta.
El asesino dejo su rastro de migajas de tabaco,
llora porque su madre nunca lo abrazo y eso suele ser tan barato.
Junto al lago cuervo todos pensamos y comemos secretos,
deseando ganar recuerdos que sirvan cuando los huesos esten viejos.
El fin del paseo cuando se crea necesario,
"Estoy muriendo lo sé, pero me llevo conmigo los años"dijo un anciano una vez,
que me recuerda que fui yo,
y que ya estoy terminando, sin peinados ni oro...
Los recuerdos guardados del amor, las sonrisas y las armas de plomo.

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